miércoles, 12 de mayo de 2010

Estudios Avanzados han Demostrado

Jueves 28, 3:30PM
Oficina.
Teléfono sonando: Ring, ring, ring

Asistente: Hola despacho jurídico buenas tardes, ¡Hola! ¿Cómo estas?!, Sí
claro permíteme un momentito por favor.

Asistente: Licenciado tiene una llamada, es de su casa

Licenciado: ¿Quién es?

Asistente: es su hijo

Licenciado: por favor dile que le marco mientras maneje de regreso a casa, estoy bastante ocupado.

Asistente: lo siento pero dice que es muy, muy importante Licenciado

Licenciado: bueno OK pásame la llamada por favor

Licenciado: Hola Chaparro, ¿como estás?, ¿que pasó?

Voz de niño pequeño: ¡Papi,papi Anoche vino a visitarme un fantasma!!! y me pregunto la hora, estaba sorprendido por ver que todos mis relojes estaban detenidos porque no tienen pila y que se confunde mucho porque no sabia si ya se tenia que ir o apenas iba llegando y así mientras estaba descuidado ¡lo atrape rápido y lo metí en un frasco de mayonesa!, en ese donde guardo las canicas, Oye papi ¿Crees que deba hacerle hoyitos a la tapa del frasco para que no se me vaya a morir?

Licenciado: ¡No chaparro, no! mmmm, este, mejor te voy a comprar el pez que vimos en al acuario, ese grande rojo, no se me ha olvidado eh, te prometo que este fin de semana, ¿ok?

Voz de niño pequeño: si papi esta bien gracias, pero ¿qué hago entonces? ¿le hago hoyitos ó no al frasco?!

Licenciado: Espera hagamos un trato, este mismo fin de semana vamos al acuario lo prometo, voy a cancelar una asesoría que tengo programada y vamos de paseo, después pasamos por el acuario llevamos el pez rojo que te gusto con la pecera redonda y mucha comida para que lo cuides, ¿sale?.

Voz de niño pequeño: mmm, ¡pero papi!

Licenciado: Bueno enano debo irme para terminar pronto y llegar a casa, espero alcanzarte despierto, te quiero mucho enano un beso.

Voz de niño pequeño: bueno esta bien, si papi, adiós yo también te quiero.

6 horas después en la oficina

Colega en la oficina: ¡Ya Vamonos Lic! Buenas noches ya váyase a descansar que ya es tarde.

Licenciado: Si es cierto ya es tarde, ya salgo ahora. Oye amigo perdón que te entretenga, tengo una pregunta personal.

Colega en la oficina: Si dime no hay bronca, te escucho.

Licenciado: fíjate que mi chavo anda sintiéndose muy solo, y ya esta con amigos imaginarios y esas cosas, me sentí triste de escucharlo así esta tarde en una llamada, y bueno pues ya estuve investigando largo rato en internet y no encontré nada en concreto. Entonces recordé que tu me hablaste de un psicólogo muy bueno, aquel con el que llevaste a tus hijos durante el divorcio, si les sirvió mucho ¿no?

Colega en la oficina: Si claro.

Licenciado: Pásame sus datos del psicólogo por favor.

Colega en la oficina: por supuesto que si ni te preocupes, ya veras que si te ayuda, te lo mando por correo.

Licenciado: Muy bien mi amigo de verdad te lo agradezco, descansa y nos vemos mañana

Colega en la oficina: ánimo no es tan grave, mejor ya vete a descansar, hasta mañana buenas noches.

Licenciado: buenas noches.

Sábado 1, 10:00am
En casa del Licenciado.

Licenciado: Si enano vamos a tiempo pero solo pasamos antes con un doctor que debo platicar un rato, bueno no es doctor como tal, pero que nos ayuda platicando cuando no nos sentimos muy bien y ya después ¡vamos por el amigo pez!... ¿ok?

Voz de niño pequeño: Si esta bien papi, ¿qué no te sientes bien?

Una hora después.

Psicólogo: “Una persona creada por él, con nombre y personalidad propia que seguro le va a hacer compañía por algunos meses o quizás años. Los niños establecen los límites entre la fantasía y realidad alrededor de los seis y siete años de edad. Antes de eso ellos necesitan de espacio para dar alas a su imaginación, para vivenciar sus fantasías.
Este comportamiento es normal en su edad no se preocupe. Para el niño el amigo existe y es decepcionante percibir que los padres no crean en su inseparable coleguita.”

Licenciado: Muchas gracias, me siento mejor, de verdad gracias. Entonces el próximo fin de semana lo traigo y platica usted directamente con él. Muchas gracias de nuevo.

Psicólogo: De acuerdo, por favor confirme la cita con mi asistente, buenos días.

Licenciado: Si gracias, hasta el próximo fin de semana, buenos días.

10 minutos después en el auto.

Licenciado: Vamonos enano, !ya viste que no me tarde casi nada!

Voz de niño pequeño: si fue muy rápido, ¿por qué viniste con este doctor que no es doctor papi? ¿Qué te platico?

Licenciado: ¿Sabes que hay amigos imaginarios?

Voz de niño pequeño: ¡Si!, algunos amigos de la escuela los tienen, y a veces hasta platican con ellos jajaja.

Licenciado: ¿y sabes que eso es normal?

Voz de niño pequeño: no se si sea normal, pero lo que si se es que les ¡ayuda mucho cuando no hacen la tarea!, la maestra siempre le acaricia la cabeza al niño gordito con pecas cuando dice que no hizo la tarea porque su amiguito imaginario, un tal pepe, no lo dejo. Dice que porque platicó toda la noche, entonces siempre lo lleva a la dirección ó con la doctora y no lo castigan ni le ponen malas notas.

Licenciado: Ah que curioso. ¿y tu tienes un amiguito de esos?

Viz de niño pequeño: No papi yo no tengo. Yo solo tengo un fantasma en un frasco de mayonesa y ¡no se que hacer! estoy preocupado porque no se si debo hacerle hoyitos a la tapa para que pueda respirar.

Licenciado (sonriendo): OK No te preocupes por eso ahora, mejor vamos por el pez.
(susurrando fantasmita...)

Sábado 1, 10:30PM
En la habitación del Licenciado

Licenciado: Me siento mucho más tranquilo.

Esposa: Pero es que...

Licenciado: De verdad no te preocupes el psicólogo me dijo que esos amigos son fruto de la imaginación, que le hacen compañía y le sirven de escape emocional reduciendo muchas veces la ansiedad y el estrés del pequeño. Que los amigos imaginarios aparecen sobretodo en hijos únicos.

Esposa: mmm, ok que bueno, de cualquier forma debemos darle más tiempo y compartir mas cosas juntos.

Licenciado: si, estoy de acuerdo hoy la pase muy bien. Ahora vamos a descansar, mañana hay que aprovechar el día. Buenas noches.

Esposa: Buenas noches amor.

Lunes 3, 10:30am
Recreo en escuela primaria.


Voz de niño pequeño: ¡por eso!!!, ¡pero pues nadie me dice que hacer! y yo creo que debo hacerle hoyitos esta noche porque ya paso mucho tiempo y no lo veo contento, espero que no me vean porque se enoja mi papá si uso sus herramientas.

Compañero de escuela: ¿Al tuyo tampoco nadie lo puede ver?

Voz de niño pequeño: ¡Pues no!, ¿cómo lo van a ver? si nadie ha venido conmigo a mi cuarto ni tampoco me dicen que hacer, y ya te dije que no es un amigo, ¡es un fantasma! Una tía me dijo que lo deje ir porque si no vendrán más y me asustaran, otro mayor me dijo que para que lo quería que no sirve de nada, pero a mi me gusta, y el señor de la tienda me dijo que estaba tonto. Todos terminan por acariciarme la cabeza y ninguno me dice si le hago hoyitos o no.

Compañero de escuela: yo tampoco se que debes hacer.

Continuará ......

sábado, 8 de mayo de 2010

La Tribuna

Inicia la sesión:

Hola Buenas noches..Mi nombre es cario y soy Soltero…. mmmm ¿ó Solterón?, no, no; soy Soltero apenas tengo 33, bueno quizá pronto sea Solterón pero definitivamente aún ¡no!... ¿ó si?

¿Es solo cuestión financiera?, ¿éxito profesional?, ¿decisión?, ¿miedo? ó ¿ acaso una simple circunstancia?

¿Qué es lo que hace que una persona deje de ser soltero para convertirse en solterón?

Series de TV exitosas (generalmente de USA) estereotipan el estado de soltería como la “homeostasis social” que ofrece las mejores condiciones para magnificar las virtudes y potencialidades de sus protagonistas, pero cruelmente esto no le importa a mi abuela que me repite cada día: “oye ya deberías pensar en buscarte una buena muchacha para formalizar, entre más tiempo pasa solo te haces más mañoso y te vas a quedar solo hijo”

A la abuela no le importa lo carismático que puede ser Chandler dentro de su ironía y sarcasmo que muestra en Friends, a ella no le importa si esta serie tuvo 10 años de éxito, ella solo sabe que cuando uno esta en la “bajada” de la vida se necesita tener una historia y un legado en compañía (presente o ausente) de un cómplice de vida o casi debería decir de muerte.

El silbato ha sonado y yo estoy en el medio tiempo del juego, ya mis jugadores (mis recuerdos y experiencias) están descansando y asimilando lo que obtuvieron y lo que erraron en el campo, celebrando logros, aliviando dolores y curando lesiones. Ahora se esta planteando la nueva estrategia para salir a ganar. A los 30 (y unos cuantos más) ya creí haber conocido el amor de mi vida, ya regale flores, ya sufrí con la espera biológica de esos días interminables, ya desperté de valentías alcohólicas y compañías desconocidas, ya me creí poeta y ya pedí perdón.

Después de jugar el clásico, hacer un par de “tuneles” y hasta una “chilena”, fallar penales, hacer saques de banda, tiros de esquina, hablar de más antes del juego y meter fuerte el pie, ahora me encuentro en el vestidor, solo, pensativo ciertamente cansado pero con una gran ventaja: ¡aún tengo el uniforme puesto y una segunda parte por jugar!.

Hay todo un estadio observando y eso no me importa, pero tampoco puedo asegurar que no los vea, que nos lo sienta, siempre su apoyo será una gran presión pero en este caso nadie como el aficionado que te ha visto desde que tocaste el balón por primera vez, que te vio llorar cuando la rodilla sangraba, ese aficionado que sin estar en palco principal tiene la mejor perspectiva de tú juego: mi abuela, ¡Ah mi abuela!.

Esa noche le pregunte: Oiga abuelita entonces dígame como le hago porque nada más no entiendo, que si busco no es bueno, que si espero me desespero, ¿pues como le hizo?. ¿A poco el abuelo nada más llego y dijo vengase pa'ca y ya estuvo? . . .

Solo un manazo recibí de respuesta, pero aprendí que la táctica es privada y que solo se debe compartir la estrategia.

“No te voy enseñar a besar me dijo la abuela, eso ya debes saber ¿o no? ya estas grandecito. Ven te voy a enseñar a reír”

Mmmmta a reír me dije, bueno si eso es el amor pues venga. Entramos al cuarto donde huele a viejo, a libros viejos, fotos viejas, muebles viejos y su cama vieja, a ella misma que ya es vieja.

Me senté al pie de la cama y ella del lado ausente del abuelo. Yo esperaba que me sacara álbumes de fotos o me contará un chiste pero nada… no pasaba nada. De pronto solo abrió el cajón del buró y saco una cajita transparente de plástico duro y la puso frente a su cara con un gesto cómico de enorme descubrimiento, dentro de la cajita vi algo que jamás hubiese pensado que me diera tanta risa, a tal grado de perder el aliento para descansar y seguir riendo. Reímos como niños la abuela y yo hasta dejarnos caer en la cama, las lágrimas de risa no se hicieron esperar y poco a poco pasaron de alegría a una fría y enorme nostalgia que nos dejo en completo silencio, apenas interrumpido por nuestros profundos sollozos. De pronto ella se incorporo y yo la seguí, pensé que venía la moraleja del asunto o hasta pensé en consolarla, ¡pero no!, la abuela atrevidamente me repitió la dosis y puso nuevamente la cajita transparente frente a ella a la altura de la boca y volvió a sonreír, era tan gracioso ver la dentadura postiza del abuelo en el rostro de ella, es como si realmente estuviera sonriendo él, mi ausente abuelo, mi lejano abuelo, mi muerto abuelo.

Esta vez la sonrisa no fue tan profunda sino casi de descanso y tranquilidad, esta vez sonreímos sin lagrimas.

“Esto es lo que construí con tu abuelo, la mayor sonrisa, la más grande carcajada de felicidad que me hace revivir toda mi vida”- me dijo la abuela.

Sin nostalgia guardo la “sonrisa” del abuelo y salimos de la habitación hacia la cocina, seguí sus pasos lentos apenas reincorporándome del ataque de risa, ella prendió la estufa y puso a calentar la comida de ese día para darme de cenar. Mientras preparaba la cena y dándome la espalda solo me dijo dos cosas más: “¿sabes lo que es miedo? y ¿conoces lo que es felicidad?”, se me hicieron muy extrañas las preguntas de la abuela después de lo que me había enseñado en la habitación, trate de responder sus preguntas dando mis ejemplos más sentidos y creo que me acerque a los conceptos que ella esperaba, sin embargo, ella fue mucho más allá y concluyó diciéndome: “pues no fue miedo sino pánico el día que decidí vivir con tu abuelo y no fue felicidad sino éxtasis lo que sentí cada día al saber que él estaba a mi conmigo. ¡Hay que arriesgarse hijo! si es que quieres un día llorar riéndote de felicidad y no de tristeza”

Se dio la vuelta y me sirvió la sopa esa noche, la enseñanza termino cunado alcance a ver una lágrima más sobre su mejilla que empapaba de satisfacción su sonrisa al compartir la historia de su vida a lado de su compañero con quien compartió el riesgo de sonreírle a la vida.

El silbato ha sonado nuevamente, el tiempo de descanso es solo de 15minutos y apenas da tiempo de recuperar el aliento y reflexionar las indicaciones del entrenador, pero sobre todo apenas te da tiempo de comprender que cuando regreses nuevamente al vestidor ya habrá terminado el juego y tendrás que quitarte el uniforme. Cuando eso pasé ya vendrán los comentaristas con sus análisis y resúmenes del juego, pero sin importar el desempeño del equipo, simplemente se plasmará el frío resultado. Se dice que lo importante no es ganar sino competir, hasta ahora yo no conozco a nadie a quién le moleste el triunfo y termine odiando de felicidad, por ello creo que lo importante entonces es VIVIR, vivir con una enorme sonrisa (aún cuando sea postiza) como mi abuela.

Bueno pues buenas noches, Gracias por escucharme, mi nombre es cario y soy Solterón…. mmmm ¿ó Soltero?, no, no; soy Solterón porque ya tengo 33, bueno quizá vuelva a ser soltero un día pero definitivamente ¡aún no!... ¿ó si?

viernes, 7 de mayo de 2010

Viejo

Viejo, hay días muy tristes que no deberían estar en el calendario
y simplemente atribuirle el error a la imprenta.

Hay días tan oscuros que nunca saldré de la cama esperando despertar de mi noche,
de mi soleada noche de día,
y bajo esta pesadumbre de tu enorme ausencia,
de mi boca seca y de estomago retraído
vivo tu día con días tan largos que aún no termina.

Días que cambian de soles y de lunas pero que no regresan tu presencia ni devuelven el agua a mis ojos para seguirte sufriendo.

Papá, hay más días como hoy y también los habrá como mañana eso es cierto,
días en que la muerte nace, crece y vive para dar vida a tu muerte,
pero hoy te digo viejo que estrecho firmemente la emoción
de que exista también para mí un día como hoy,
uno como este tuyo que nos dejas sin ti para reencontrarte con colegas.

Viejo, espero paciente la llegada de mí día como hoy,
porque ahora sé que hay días tan grandes como la fecha en que nacemos,
días en que uno muere y nace.

Días como hoy que solo se ganan perdiendo la vida.

lunes, 3 de mayo de 2010

Me gusta la Luna

¿Sabes porque me gusta la luna?
me gusta porque es como tu a veces brillante y romántica
otras fría y oscura.
Con tu luz das guía a mis noches vacías
y con tu ausencia apagas mi vida.

Sabes estar lejos y sentirte cerca
tenerte cerca, tenerte aquí,
entonces estiro mi brazo y no te alcanzo
pues solo te puedo tocar con la mirada

¿Sabes porque me gusta la luna?
porque es como tu
tu grandeza me protege y me vulnera
cuando más plena me embriagas con tu aliento y me condenas
cuando más frágil te entregas y enciendes tu fuego en mi hoguera

Eres tímida como la luna, pues temes desnudar el lado oscuro
¿te aterra acaso desviar la luz de tu mirada?
esa luz con que ciegas mis sentidos y escondes tu inquietud
entonces ágil te haces fuerte en tu flaqueza y pones armadura al corazón

Me gustas franca y coqueta
aunque a veces te proteges en tu bruma
en ese cielo que entre nubes me permite mirarte y no entenderte
sentirte y no tocarte
tenerte y no alcanzarte
pero entonces acaricias mis ideas y te tomas mi pasión.

¡Me gusta la luna, porque me gustas tu!
porque en la noche con tu presencia alejas las estrellas
por son ellas tu adorno y tu atracción
porque le pones el sabor a mi deseo
y porque pierdo la conciencia con tu voz

¡Y cada vez me gusta más la luna porque es como tu!

La noche sigue y siendo ella la anfitriona
me invitas sin decirlo con la voz de tu silencio
ha sentirte, ha soñarte y así pertenecerte...

hasta que la luz del día oscurece tu sonrisa
y termina mi locura con tu adiós.