Es innegable, ¡me gusta volar!
Cada oportunidad de viaje, sin limitarse a
la relevancia del destino, me da una sensación de ¡aventura!, casi como la
primera vez que intenté fugarme de mi casa durante la infancia, pero bueno esa
es otra historia...
¡Ayer conocí a la hermana Rita!, y es que
no es nada común que te encuentres con la protagonista de tu chiste favorito :)
Siempre está pre-solicitado en todos mis
viajes volar en asientos ubicados en los primeros pasillos, me siento más cómodo
porque puedo estirar al menos una pierna y también porque no necesito pedir
permiso a nadie para poder salir de la fila, caminar o ir al wc; por eso
prefiero los asientos del pasillo aun cuando debo sacrificar la vista aérea que
también disfruto mucho. Sin duda mi mejor circunstancia al volar sería
claramente tener una fila para mi solo de lado izquierdo del avión y regresando
a México por la noche para sentir la inmensidad de luz que emana de mi ciudad
mientras el avión gira para tomar su ruta de aterrizaje.
Fue precisamente ahí, en un vuelo y
sentado en los primeros pasillos donde conocí a la hermana Rita, ella es muy
bajita, de tez morena oscura y viste con hábito de color gris, una medalla
grande en el pecho en forma de circular y un anillo pequeño en la mano derecha.
Me fue solicitado en la chamba viajar sin
previo aviso a la ciudad de la Paz en Baja California para atender una junta de
un proyecto "secreto". Haciendo el pre check-in en esas
maquinitas tipo cajero del aeropuerto que te hacen sentir muy moderno pero muy
inhumano a la vez, noté que estaba libre un asiento en la fila 8 y aunque ese
es mi número favorito dudé bastante en cambiar mi asiento pues tenía asegurado
el 5B, lo cual representaba una salida más rápida del avión al aterrizar. Después
de repensarlo y ver que se trataba de un avión de solo 4 asientos por línea me
decidí a tomar el 8B, finalmente así quedaría en un asiento de pasillo, solo un
compañero en la fila y mi número favorito.
Abordé como de costumbre, al último para
evitar hacer la fila. Entrando al avión me encontré con la sorpresa de ver a
una monjita sentada justo en el asiento de a lado, el 8A, delante de mi venía
caminando en el pasillo del avión Antonio, un compañero del trabajo, y ¡claro!
que aplique mi pregunta celebre de cuando veo a una ó un grupo de monjas:
¿a que huele eh? -
pregunté
Huele a humedad ¿no? - contestó
Antonio.
¡Pues huele a Madres! ¿Que no ves la que está sentada en mi fila? - le respondí sonriendo.
Antonio se carcajeó casi frente a la madre
sin mucha discreción.
Llegué a mi fila y coloqué mi maleta de
mano en su lugar, tomé mi asiento y le dije a la monjita:
Hola – lo dijé sin
voltear a verla.
Buenas tardes – me respondió ella, volteando a verme con una cara muy
sería y voz bien bajita.
Después de responderme la hermana Rita se
volteó nuevamente a la ventana.
“chin”
chance y escuchó mi broma, ya que - me dije a mi
mismo en dialogo interno.
El avión tardó en despegar, tomé aire y
ánimo también pues después de un rato me lancé a preguntarle a la hermana:
- ¿y usted viaja de vacaciones o de trabajo?
Ella dejó de mirar por la ventanilla del
avión y volteó a verme sonriendo.
No solo me respondió diciendo que volaba
de regreso a casa, sino que me compartió muchos más detalles de su vida que por
cuestiones de tiempo (pues escribo estas líneas durante el vuelo de regreso de
este viaje) mejor los escribo en viñetas para resumir:
·
Voy de regreso a casa,
vivo en La Paz.
·
Vine al DF a tramitar
una visa para ingresar a Alemania.
·
Soy de la India y la
próxima semana voy a visitar a mi familia por eso necesito visa para hacer la
escala en Stuttgart.
·
Tengo ya 25 años en
México viviendo en La Paz.
·
Estuve dos años y medio
en Roma, y antes de eso tres años en Suecia.
·
Soy de la orden de Santa
Brígida, nosotras somos unas madres contemplativas.
·
Usamos ésta medalla en forma de corona que
simboliza la corona de espinas y las 5 yagas de Jesús. En el convento usamos
también una corona blanca en la cabeza con la misma forma, pero cuando viajamos
la reemplazamos por la medalla.
·
Tengo tres hermanos, dos
de ellos son mujeres y uno es hombre.
·
Mi cumpleaños es el 20
de Junio.
·
Tuve la gracia de
conocer a Juan Pablo II y me dio la mano.
·
Hablo inglés, italiano,
español y poco de sueco.
·
Uso éste anillo de
perpetuidad que simboliza el compromiso con Cristo.
·
Etc, etc;
A decir la verdad he olvidado quizá algunos
detalles más que me compartió la hermana Rita, pero disfrute mucho de
escucharla tan abierta y poder comenzar entonces una conversación entre
“mortales” con una monja.
Ya entrados en confianza le hice algunas de
las preguntas básicas que siempre quise hacer y que nunca antes pude (aún
teniendo una prima lejana que es religiosa también), desde luego que la primer pregunta
era para esclarecer un gran misterio urbano jaja =) :
¿ustedes tienen orejas? - le pregunte de la forma más natural.
Ella respondió tranquila:
-
cuando nos entregamos a
Dios renunciamos a la vanidad, pero a veces de broma usamos aretes entre
nosotras y nos reímos mucho.
Con esa grandiosa respuesta y su sonrisa
al final pues me anime a más para seguir preguntando:
¿Por qué son tan
serias?, pareciera que no se les puede hablar ni tocar.
Somos seres humanos como todos, solo que la gente no nos habla porque cree
que los vamos a regañar, evangelizar o convertir - Me dijo muy tranquila.
La siguiente pregunta fue un poco más
directa:
¿Ustedes huelen feo?, usan
la misma ropa, ¿o no? – le pregunté.
***
ACLARACIÖN IMPORTANTE:
En la comunicación es mucho más relevante
el “COMO” se dicen los mensajes, más que el contenido mismo del mensaje.
Diversas referencias aseguran que para conseguir el éxito de la comunicación
interpersonal existe una importante atribución al lenguaje del cuerpo
(comunicación no verbal) que corresponde al 55%, al tono de voz es 38% y apenas
un 7% a las palabras en si mismas.
Dicho lo anterior me deslindo de cualquier
satanización que hayas pensado al leerme y creerme grosero o de menos
irrespetuoso con la monjita :), lo único que intente fue hablarle como lo que ella
me dijo y dejo ver en todo momento, son seres humanos como todos nosotros entonces
sin entrar en benevolencias o “santificaciones” no solicitadas continué mi
platica con la hermana Rita siempre con mucho respeto, aunque en el mismo tono
jajaja
***
A la pregunta anterior ella sonrió y me
respondió:
Nosotras nos bañamos todos los días, antes existían madres que
conservaban hasta los piojos como muestra de penitencia pero ahora podemos bañarnos
hasta tres veces al día si hace mucho calor.
Aunque parece la misma ropa si tenemos más de un hábito y los alternamos
para lavarlos.
¿Tuvo novio? – le pregunté naturalmente mientras tomaba de mi whiskey que pedí a la
sobre cargo pues el mitote estaba muy bueno :)
En la India no se usa novio ¿recuerdas?, pero otras si los tuvieron y
nos platican a veces – me respondió la monjita igualmente tranquila.
¿Se hacen bromas entre
ustedes?
Ella solo sonrió - ¡Que mejor respuesta!
¿Cocinan rico?
Lo hacemos 365 días al año, creo que si da tiempo de aprender –
respondió.
¿A poco salen seguido
del convento?
Si, salimos a veces a pasear e incluso a la playa, lo hacemos en playas
privadas pero con ropa decente ehh – ¡Ah ok! Le respondí quitándole culpa
jajaja
¿Nunca se quita el velo?
Solo me lo quito para
dormir pero entonces me recojo el cabello.
¿Tiene el cabello largo?
No, lo tengo corto casi al hombro – me lo dijo indicando con un dedo un
punto en su hombro.
¿Le da comezón tener
siempre el velo?
Llega el momento en que te acostumbras pero al inicio si da un poco.
¿Cómo le hace para que
no se le pegara la hostia en el paladar?
Usa más saliva en tu lengua y al cerrar la boca intenta mantener recta
la lengua para que se diluya lentamente – me lo platicó con gran control de la
técnica y recreando el momento con su expresión de placer, pero terminando con
la frase: “pero casi siempre se me pega” - jajaja
¿Cómo siente la
presencia o comunicación con Dios?, yo lo traduzco como conectarse con la nave
nodriza - le
pregunté bajo el mismo nivel de curiosidad que las veces anteriores
Ella primero sonrió y después me respondió
con claridad:
Siempre lo hace por los medios en que lo podemos sentir, porque siempre
lo explicamos mal – chida respuesta.
¿Qué se necesita para
ser una madre superiora?, ¿es igual que en la política, usando muchas palancas
y/o hasta ser viejitas?
Estas hablando con la madre superiora – me respondió con una sonrisa.
Hoy el estudio y la entrega a Dios es importante, la edad ya no lo es
todo – continuó.
¡Chale! debo confesar que neta me hizo
sonrojar pues se lo pregunté así con cara de desprecio a las tradicionales
prácticas políticas.
Por alguna razón llegamos al tema de los 4
doctores de la iglesia de los cuales ella solo recordó a 3 de memoria en ese
momento y ¡claro que la amenacé con delatarla!:
¡Una
madre superiora que no recuerda detalles tan básicos del catolicismo es
inaceptable! - le dije sonriendo jajaja,
Ella pronto recordó el cuarto nombre. Hoy
yo no recuerdo ninguno.
Fue entonces cuando se anunció que
comenzaba a decender el avión y la preparación del aterrizaje.
Mientras enderezaba mi respaldo, ajustaba
el cinturón y entregaba un segundo vaso a la sobrecargo en el que me eché otro
“whiskito”, le agradecí a la hermana Rita la conversación:
Sabe madre me dio mucho
gusto compartir mi vuelo con usted – se
lo dije con toda sinceridad.
Nótese que después del “oso” que cometí
sobre las madres superioras, le adjudique la jerarquía requerida a su
envestidura :) jaja
Ella con una sonrisota me dijo que nunca
había platicado antes con alguien de esa forma en el avión y que siempre se va
cabeceando – me dio risa y me sentí “felizoso” también jajaja.
Le dije de mí predilección por el número 8
y mi cambio de asiento, entonces ella dijo: “a mi también me gusta el 8, pues
tomé la orden el 8 de Octubre de 1980” – Ah ok respondí con voz muy bajita y
guarde silencio “pensoso” y con la barriga hundida por la coincidencia.
Después de un momento y con más ánimo le
dije:
En ese mismo día 8,
mientras usted nacía a una vida espiritual, yo nacía a ésta vida en la tierra
Esa es la providencia – ella respondió.
Pasaron un par de minutos antes de que
siguiéramos hablando, después conté un par de chistes blancos religiosos con
mediano éxito:
¿Porque las puertas de las iglesias deben
ser tan altas madre?
¡Pues para que pasé el altísimo! – sonrió en silencio
Madre no olvide llevar
una sartén la siguiente vez que fuera a misa
Sartén, ¿Para que? – pregunto ella
ParA-dorar al Señor - :S ..ella sonrió poquito menos. Jajaja pero yo si reí.
Después de eso el avión estaba
prácticamente aterrizando y mientras la madre superiora se terminaba de persignar
le hice la última pregunta:
¿Oiga Madre y cuál es su nombre?
- pregunté de la forma más natural
mirando casi hacia otro lado.
Rita – respondió ella
tranquila.
¡Rita! – Repetí preguntándole
Si Rita - respondió ella
asintiendo con la cabeza
Honestamente no pude evitar comenzar a
reír pero pronto me detuve para explicarle a la madre Rita la razón de mi risa
(casi carcajada) que ella no entendía y es que insisto que no todos los días te
encuentras con la protagonista de uno de tus chistes favoritos y mucho menos
después de la conversación que sostuvimos.
Ella escucho mi explicación sin mayor
interés al chiste pero con cierto gusto de que me hizo reír mucho eso, como
quién dice: “chido por ti” jaja
No reuní las suficientes agallas para
contarle ese chiste, pero no fue tanto por falta de valor o por pensar que le
estaría faltando al respeto ni tampoco por su falta de interés pues el chiste a
mi me parece muy bueno, más bien no lo hice por evitar enfrentar la penosa
situación de tenerlo que explicar por si ella no lo entendía jajajajaja.
Aterrizó el avión, le baje la maleta y nos
dimos la mano para decirnos solo adiós.
Lo que les relato acá ocurrió en poco más
de una hora de vuelo que compartí con una monja y que de verdad disfruté, pues
conocí a un ser humano normal con quién se puede hablar de los medios en que
Dios se comunica, de la importancia del lenguaje, del kilo de carne, de la
trascendencia del espíritu, de la globalización, del Taj Mahal, de los injustos
200 pesos que les pagan en los retiros sacerdotales por ofrecer la estancia y
comida en su casa de huéspedes, de internet, de las ballenas de guerrero negro,
del dolor, del iPad que usan los obispos para remplazar los libros en las
misas, de los tipos de medias para mujeres religiosas, de mi fuga del catecismo
en los años 80’s, etc; todo esto gracias
a una simple clave: derribar la fuerte y limitante creencia respecto a la
personalidad de una monja, ahora conocida como la Madre Superiora de la Orden
de Santa Brígida para La Paz BC y que hoy que para mi es mucho mas que eso, es
mi amiga Rita.
Fin
Bonus track:
·
Su nombre completo es
Rita Rodrigues con “s” pues es de ascendencia portuguesa.
·
Ella me hizo solo una pregunta:
¿Tu en que trabajas? – Yo le dije mi
nombre sin que me preguntará
·
Le comente de la razón
de mi visita a La Paz, una junta en el penal local,
·
ella me dijo que el
director de ese penal es una mala persona porque uniformó a todos los reclusos.
¡Pero eso no es malo ayuda a mantenerlos más vigilados! – le respondí, pero
ella insistió en que era malo no solo por uniformarlos sino por el color del
uniforme.
·
Ya que he entrado al penal me doy cuenta a lo
que se refería, el color amarillo Águilas del America de todos los reclusos, de
haberlo sabido antes le hubiera preguntado si le va a las chivas.
·
Al salir del avión Antonio
dijo que desmadre traías tu con la monja que oían las risas allá atrás
Acá el chiste de hermana Rita: http://www.dailymotion.com/video/xe4qyg_el-chiste-de-sor-rita-paco-leon-el_fun
Una vestimenta particular
La vestimenta de las Hermanas Brígidas es muy particular. Ellas usan un hábito gris riguroso y en la cabeza llevan un ornamento blanco con 5 puntos rojos, que simboliza la cruz de espinas y las 5 llagas de Jesús. “Para que cuando nos viéramos nos acordáramos de que Jesús murió y sufrió por nosotros. El color gris del hábito es símbolo del espíritu de penitencia, de la oración, de la conversión”, explicación de una hermana Brígida.
La vestimenta de las Hermanas Brígidas es muy particular. Ellas usan un hábito gris riguroso y en la cabeza llevan un ornamento blanco con 5 puntos rojos, que simboliza la cruz de espinas y las 5 llagas de Jesús. “Para que cuando nos viéramos nos acordáramos de que Jesús murió y sufrió por nosotros. El color gris del hábito es símbolo del espíritu de penitencia, de la oración, de la conversión”, explicación de una hermana Brígida.
El anillo que
ellas llevan simboliza el compromiso con Cristo y es una aleación de tres
metales: el oro, la plata y acero, el oro simboliza la caridad, la plata la
pureza y el acero la pobreza y la humildad. “Y ese espíritu de humildad, de
pureza y de pobreza es lo que caracteriza a la religiosa Brígida”
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